jueves, 31 de diciembre de 2009

Tienes un e-mail

Todo ha empezado por esta entrada de Irene Jansen.
No sabría decir por qué empecé a escribir este blog. Según he rastreado la primera entrada es de Abril de 2006 y era en esta otra dirección. No escribía casi nada, porque no había nada que me inspirara especialmente, y paré en Octubre de 2007. Me olvidé de todo ésto hasta que en Noviembre de 2008 sentí la necesidad de escribir. La cuestión es que aquí digo todo lo que no sé decir en palabra. De la gente que me conoce, tan sólo mi hermanico, Satrian, Caos, el Marqués y Txepho saben de la existencia de este blog (y son tantos años que ya están curados de espantos). Y creo que es mejor así. En este blog se han dicho, se dicen y se dirán muchas cosas sobre gente que comparte mi vida, sobre gente que conozco o sobre gente que quiero un montón que seguro que no se interpretarían bien por ninguno de los afectados.
Hubo un tiempo, cuando estaba loco perdido por ella en el que medité seriamente darle la dirección y que leyera. Afortunadamente no lo hice, porque leer todo lo que escribo le hubiera dejado en una situación más incómoda de la que estamos. Imagino un día: "Hola, ¿qué tal?. Ya leí ayer que estás "enamorado" de alguien igualita a mi y yo no sabía nada". Y mi cara roja como un tomate y sin saber dónde esconderme. Porque una cosa es que no sea tonta y mi comportamiento de niño pequeño con ella lo haga evidente y otra es decírselo a la cara para que "me la partan". Por no decir lo que pasaría si leyera todo ésto Emma, el informático o una sola persona de mi trabajo... Además, en definitiva, tan sólo escribo para dar rienda suelta en palabras a lo que no soy capaz de expresar de viva voz. Y si no soy capaz... por algo será. Posiblemente porque es una mala idea decirlo.
Por éso quiero agradeceros a todos los desconocidos (algunos casi ya "íntimos") que entráis por aquí y opináis sobre lo que leéis o dais consejos sinceros, porque de verdad que se agradecen mucho. Y muchos de ellos sirven para mucho, aunque sólo sea para dar la vuelta a los momentos de bajón.
Y como me estoy poniendo más ñoño todavía que la película que titula esta entrada (que, por cierto, no me gusta) voy a cortar aquí otra entrada caótica y deslabazada. Soy así, es lo que hay.

viernes, 25 de diciembre de 2009

¡Qué bello es vivir!

Lo que más recuerdo de la primera vez que vi esta película, hace ya muchos años, es la escena en la que una joven Mary le dice al oído sordo de George que siempre le amará. Recuerdo que fue en un homenaje a Capra en el momento de su muerte y que me quedé pensando si alguien estaría pensando lo mismo de mi en algún lugar.
Después, todo lo demás, el ángel torpón buscando sus alas, mientras James Stewart intenta suicidarse, hasta que finalmente las consigue, con ese final emocionante y precioso en el que, con toda la familia reunida mientras George Bailey recibe la respuesta a todo lo que ha hecho en la vida por los demás, una campanilla suena. La campanilla que nos dice que Clarence ha conseguido sus alas.
Antes, cuando George se da cuenta de todo lo que puede perder si se suicida, tenemos una de las escenas emblemáticas de la película. Quién no recuerda esta maravilla, con James Stewart corriendo como un loco por Bedford Falls, dando gracias por la vida:



Esta película ha simbolizado siempre todo lo que rodea la Navidad y me apetecía recordarla en esta Nochebuena, vigilia de la Navidad. Porque esta película nos enseña, sobre todo, que uno siempre acaba recibiendo lo que da. Y que tampoco nos cuesta tanto hacer la vida un poquito mejor a los que nos rodean. Aunque sólo sea regalando sonrisas, que son gratis, y diciendo Feliz Navidad aunque no te lo creas ni tú.
Intentemos ser mejores, intentemos hacer mejores a los que nos rodean. Porque a largo plazo saldremos ganando, seguro.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!

martes, 22 de diciembre de 2009

El rayo verde



Ya sé que quien busca las cosas desesperadamente nunca las encuentra. Pero desde mi adolescencia siempre lo he andado buscando a él, siempre he querido verlo alguna vez antes de morirme. Y sé que algún día lo encontraré: el rayo verde. Y entonces podré demostrar que el gran Julio Verne tenía razón. Porque sé que ella estará allí conmigo…

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Insomnio


No sé si es que no quiero tener pareja o simplemente no me apetece. En vez de darle vueltas a las cosas, hoy lo suelto a bocajarro. Ésto quizás debería de ser el corolario al post, pero ya lo suelto de primeras. Debe de ser el hecho de que tenga la noche en blanco (es decir no pueda dormir) o quizás es que ya estoy cansado de dejar de ser yo.
Quienes me conocen pueden decir que siempre he sido una persona contenida, reflexiva. Pocas veces la gente a mi alrededor sabía qué era lo que me pasaba por la cabeza o que realmente estaba "out". Creo que sólo dos veces en mi vida me he sentido vulnerable, expuesto a los demás sin ser capaz de controlarme y sintiendo que no era yo el que se mostraba a los demás. Curiosamente, las dos veces han coincidido con las dos únicas veces que he creído estar "enamorado" de verdad en mi vida, una hace diecisiete años y otra hace uno. Y voto a bríos que no me gusta. Una amiga me dijo que me había convertido en un paranoico, en un histérico y un "llorica" y quejica. Y creo que la asusté. No a mi amiga, sino al objeto de mi afecto. Ella se había sentido atraída (o no) por un tipo de persona que de repente desapareció. Y no voy a decir que la gente estuviera exagerando, porque es verdad que yo mismo notaba todos esos síntomas que me comentaban. Pero era incapaz de controlarme. Estaba desatado y lo peor de todo es que era incapaz de reorientar lo que estaba pasando.
Y ahora, cuando creo que todo ha pasado, mi vida vuelve a recuperar la normalidad, vuelvo a ser una persona que le gusta reírse de la vida y a la que no hay que tomar en serio en el 99% de las cosas que dice. Y como no quiero dejar de ser así, creo que lo mejor será hacer lo que hice hace dieciséis años. Blindar mi corazón para evitar el no volver a ser yo mismo. Porque no me gusta la persona en la que me convierto. Y creo que a la gente que me rodea tampoco. Y estoy seguro que a los objetos de mi afecto tampoco.
Hasta que cumpla los 48 y vuelva a aparecer alguien que rompa ese blindaje. Pero aún quedan muchos años para disfrutar de mi verdadero yo.

AVISO: Este post está escrito anoche, en una de mis cada vez más frecuentes crisis de insomnio. Pese a todo creo que ahora tras haber descansado un poco sigo suscribiendo todas las palabras. Por éso lo publico.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Pocoyo

Hoy me he hecho mayor. O por lo menos éso dice mi DNI. Vamos, que hoy es mi cumpleaños. Quién me lee habitualmente ya se ha podido hacer una idea por lo que narro de mi edad, pero lo voy a decir, mi DNI dice que cumplo 34. Cosa que, la verdad, no la creo mucho. Creo firmemente que la edad la da tu mente, y por ahí me encuentro mejor que cuando tenía 24 años. Tengo ganas de muchas cosas y sobre todo quiero vivir, no parar en casa, descubrir cosas; cosa que nunca me había pasado. He perdido muchísimo peso en el último año por una mezcla de cosas y de psicología, pero ahora me encuentro como nuevo.
El día de mi cumpleaños nunca ha sido nada del otro mundo. Y la mayoría de las veces había sido un día odioso. Nunca me había gustado, y ese día las cosas tendían a salir mal históricamente. Creo que menos mi 25 cumpleaños que lo pasé en París y que fue espectacular porque nos reunimos la "resistencia" a reírnos de los franceses mientras media España se acordaba de mi y me llamaba por teléfono, el resto de los cumpleaños desde la adolescencia eran evitables.
Hasta que llegó el año pasado. Era viernes y cuando llegué a trabajar me encontré una nota en mi puesto mandándome a otro lugar del almacén. No sabía de qué iba, pero empecé a seguir las instrucciones. Tras dar vueltas por él, apareció en una bolsa ésto:



Sí, es lo que parece, un peluche de Pocoyo. Las perpetradoras del delito eran dos de las tres únicas personas que considero amigas de verdad en mi trabajo. Dos locas a las que tengo muchísimo cariño, porque me han demostrado que valen muchísimo la pena. Total, que se las habían arreglado para enterarse de la fecha de mi cumpleaños (dato que oculto a casi todo el mundo) y liármela de esa manera. Las risas fueron considerables, pero me llegó muy dentro el gesto. Era un gesto de cariño que hacia mucho que no recibía y que convirtió un cumpleaños que se preveía de mierda en uno de los mejores de mi vida. Y ya sé que es una chorrada, pero recibir alguna muestra de cariño de vez en cuando nos gusta a todos.
Y hoy, un año después, me la han vuelto a liar. No puedo decir que me hayan sorprendido, porque en su fuero interno uno siempre espera que se acuerden de él, pero las maneras y el cariño que me han mostrado no se paga con dinero. Este año me he encontrado con ésto:



Y además un calendario de pared también del Poco, siguiendo con la broma. Y sí, sigue siendo una chorrada, pero me reconforta, me anima y me ilusiona saber que hay dos niñas con las que puedo contar (además de con mis amigos de toda la vida, claro).
Y un año más, convirtieron mi cumpleaños en un buen día...

P.D.: Para quién le pique la curiosidad, lo de Pocoyo viene porque un día que tenía la tele encendida, vi unos capítulos en La 2 y me hizo muchísima gracia. Llegué al trabajo y lo puse de fondo de pantalla... y allí sigue. En el trabajo primero se sorprendieron de verlo y luego fue la broma generalizada... y ellas dos se lo apuntaron. Mientras, el peluche de Pocoyo sigue encima de mi cama desde hace un año. Para recordarme que hay mucha gente que merece la pena por el mundo...
P.D.2: Y mi hermanico pequeño me ha regalado una figurita de un capitán del ejército clon de Star Wars super chula también. No ha sido un mal día, no.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Y no me moví de la butaca...

Hace ya largos días, satrian hizo este meme sobre los cinco mejores finales de película (para él, claro). Se empeñó mucho en que yo hiciera lo mismo, pero aunque sé perfectamente qué pelis eran, me daba vagancia. hasta que ha llegado esta semana de noches en el curro y me aburro bastante, así que he acabado haciéndolo. Por supuesto, es una lista muy personal y quién me conozca verá que se parece escandalosamente a la de las películas que veo compulsivamente. Dejemos de hablar y vamos a ello, el orden es aleatorio, no es de mejor a peor ni al revés. Por supuesto, intento evitar espoilers que chafen la película en lo posible, pero a veces no lo es...

El Club de los poetas muertos - ¿Algo más hay que decir? ¿A quién no le ha apetecido subirse encima de la butaca del cine o del sofá cuando veía el final de la película? La película marcó a toda mi generación, que conocimos el significado y el valor del “Carpe Diem”. Pero es que ese final…



Antes del atardecer – A lo largo de la película nos vamos introduciendo cada vez más en los pensamientos y en los sentimientos de dos ¿antiguos? enamorados que se reencuentran nueve años después. Hasta que van a la casa de ella y canta un vals y ponen un disco de Nina Simone…



Casablanca – Porque sí. Y punto. Porque el paseo entre la niebla de Claude Rains y Humphrey Bogart es simplemente el mejor broche final posible para una película maravillosa de principio a fin. ¿Alguien ha visto a una mujer más guapa que la Ingrid Bergman de Casablanca? “Louie, I think that´s the beginning of a beautiful friendship”.



Mi vida sin mí – Ese fundido en blanco, porque no es una desgracia, es la celebración de la vida. Que hartada de llorar con esta película y que maravillosa lección de vida. Y ese fundido en blanco…


Lost in translation – Una estancia en Tokyo dónde ¿no pasa nada? Nada, simplemente dos personas incompatibles forjan una amistad inolvidable mientras se encuentran en lo más parecido a Marte que puede haber para un occidental. "Solamente" éso. Y acaba todo en una calle comercial de Tokyo, con un susurro, un abrazo, un gesto evocador…


Y sí, me dejaría muchas en el tintero: Persiguiendo a Amy, Sospechosos habituales, El halcón maltés, Los amantes del Círculo Polar,..., pero estas cinco son las que elijo en esta época de mi vida. Igual dentro de tres años elijo otras... o no.

martes, 1 de diciembre de 2009

Miénteme (Lie to me)

Miénteme. Aunque sólo sea por una vez en la vida. Miénteme. Aunque sepa que no es verdad lo que me estás diciendo. Miénteme. Aunque sepa que es sólo un sueño. Miénteme.

Aunque no lo parezca. Porque a todos nos gusta que de vez en cuando nos traten con cariño. Aunque no lo parezca. Porque a todos nos gusta escuchar una palabra amable. Aunque no lo parezca. Porque a todos nos gusta creer que le importamos a alguien. Aunque no lo parezca. Porque a todos nos gusta pensar que la soledad es algo pasajero. Aunque no lo parezca.

Miénteme. Dime que alguna vez pensaste en mí. Miénteme. Dime que en el pasado tuvimos una oportunidad. Miénteme. Dime que lo eché todo a perder por no medir los tiempos. Miénteme. Dime que el futuro puede deparar algo. Miénteme.

Tan sólo quiero creer en que alguna vez tuvimos una posibilidad. Aunque sólo sea para poder pensar que el futuro me sonreirá alguna vez y no moriré sólo en una casa vacía. Aunque sólo sea por eso.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Cuéntame un cuento



Cuéntame un cuento
y veras que contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños


Pues resulta que era un rey
que tenia tres hijas
las metió en tres botijas
y las tapo con pez
y las pobres princesitas
lloraban desconsoladas
y su padre les gritaba
que por favor se callaran

Cuéntame un cuento

y veras que contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños


las princesas se escaparon
por un hueco que existía
que las llevo hasta la vía
del tren que va para Italia
y en Italia se perdieron
y llegaron a Jamaica
se pusieron hasta el culo
de bailar reggae en la playa

Cuéntame un cuento

y veras que contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños 

 
bailando en la playa estaban
cuando apareció su padre
con la vara de avellano
en la mano amenazando
fue tras ellas como pudo y
tropezó con la botella
que tenia genio dentro
que tenia genio fuera

Cuéntame un cuento
 
y veras que contento
me voy a la cama
y tengo lindos sueños


les concedió tres deseos
y ahora felices estamos
y colorín colorado
este cuento se ha acabado

Y resulta que este rey
que tenia tres hijas
las metió en tres botijas
y las tapo con pez

Cuéntame un cuento
la enanita junta globos
la que vuela por los aires
la que nos seduce a todos

Cuéntame un cuento
el del ratoncito Pérez
que te deja cinco duros
cuando se te cae un diente

Cuéntame un cuento
que ya creo que estoy soñando
cuéntame un cuento
con música voy viajando

Cuéntame un cuento
que todavía no es tarde
cuéntame un cuento
que la noche esta que arde.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Monos como Becky

"Tienes un problema. Eres pesimista cuando hablas sobre ti mismo y da la impresión de que intentas dar pena, que se compadezcan de ti"

Me lo dijo una buena amiga. Reflexiono sobre ello, porque no es mi intención y me fastidiaría dar esa impresión...

jueves, 19 de noviembre de 2009

Forrest Gump

Readaptando mi vida a toda la situación que me rodea, me ha dado por pensar en la película que titula el post. Primero tengo que aclarar que es una película con la que nunca pude. Todo lo que hace gracia a la gente de Tom Hanks, a mí me resulta insufrible. Al tipo éste, el Forrest Gump le daría una patada que lo mandaría a Australia. Y no seáis mal pensados, no es por su deficiencia, sino porque me parece el típico molón que tanto le gusta a los americanos y que está por encima del bien y del mal. Y esa gente no me gusta. Soy así de raro.

Nada, que ya me he ido por las ramas de nuevo. La cosa es que me ha venido a la mente por una de las frases más famosas de la película, y que tengo que reconocer que es una de las que más sabiduría encierran:

“La vida es como una caja de bombones”

Al final de lo que te habla es de las casualidades que van cruzándose en tu vida, que nunca sabes cuál va a ser, y que hacen que de un día para otro las cosas no vuelvan a ser igual.

Y me ha dado por pensar que mi vida también está llena de ellas. Si no me hubiera inscrito en aquel viaje a Checoslovaquia (este dato ya da idea de mi juventud… :-p) pocos días antes de que empezara y por la insistencia de unos amigos no la hubiera conocido, no me hubiera enamorado por primera vez e igual hubiera aprobado y salido antes de instituto. Si en una conversación intrascendente a primeros de Agosto aquella persona no me hubiera dicho que no había límite de plazas en Historia, lo que me llevó a dejar las Geológicas y comenzar aquello que me gustaba de verdad. Si aquel día en París no me hubiera quedado dormido, por lo que llegué tarde a la oficina de alquiler de pisos y conocí a aquella gente que me hizo la estancia un poco más fácil. Si mi compañero en la competición por el puesto en la empresa no hubiera perdido la cabeza y forzado su despido para que le sustituyera Emma. Si aquella semana antes de Semana Santa no le hubiera cambiado el turno a mi compañero para ir de noches y no hubiera congeniado con ella recién vuelta de Madrid. Si aquella noche de despedida de mi jefe hubiera hecho lo sensato y en vez de ir al bar a emborracharme con ellas me hubiera quedado en casa porque entraba a trabajar a las seis y media de la mañana al día siguiente. Si aquella mañana de domingo de resaca no hubiera encendido el móvil y recibido a los dos minutos la llamada para comer con ellas. Si el día que perdí el conocimiento en el baño me hubiera caído dos centímetros más a la izquierda y hubiera dado con mi nuca en la esquina del bidé…

Por eso, cada día sigo abriendo mi caja de bombones para saber que me depara la vida. Nunca se sabe cuando llegará lo bueno…

P.D.: Recuerdo ahora dos películas que giran en torno a casualidades. Una que es una pequeña tontería agradable, "Serendipity". La otra está directamente entre las cinco películas que nunca me canso de ver: "Los amantes del Círculo Polar".

lunes, 16 de noviembre de 2009

Juno

Este fin de semana he estado con mi grupo de amigos haciendo el cabra. Digamos que para demostrar que nuestra generación somos chicos sanos y sabemos entretenernos sin alcohol por medio, nos hemos ido a andar 21 kilómetros en una marcha senderista que organizaban en el pueblo vecino al de uno de mis amigos. Sí, ahora mismo me duelen mucho las rodillas, pero ése no es el tema.
Todo esto viene porque en cierto momento, en el coche sonó la curiosísima y extrañísima (pero que me encanta) banda sonora de Juno. Y ya se sabe que una cosa lleva a la otra y me llevó a recordar la frase que JKSimmons le dice a Ellen Page en uno de sus momentos de crisis. En la escena, Ellen Page no entiende sus sentimientos por Michael Cera y le pregunta a su padre. Su padre que no sabe exactamente qué es lo que pasa por la cabeza de su hija le da una píldora de sabiduría brutal:

"Mira, en mi opinión, lo mejor que puedes hacer es buscar una persona que te quiera exactamente tal y como eres, de buen humor, de mal humor, fea, guapa, atractiva...como sea. La persona ideal seguirá perdiendo el culo por ti. Esa es la clase de persona que vale la pena."

Y seguiréis sin saber a dónde quiero llegar. Todo viene porque me ha hecho recordar la "bronca" o "discusión" que tuve con mi Emma Woodhouse particular hace diez días. Me dolió profundamente una frase que me dijo, en la que venía a echarme en cara que me mostraba como era, que no ocultaba mis "carencias" o cosas menos defendibles cuando me mostraba, cuando me relacionaba. Y yo no sé si tendrá razón, no sé hasta que punto éso me ha llevado al punto actual en mi vida, pero si una cosa tengo muy clara es que como dice el padre de Juno si alguna persona es la adecuada me aceptará como soy, me aceptará mis desastres y mis rarezas y me aceptará también mis cosas buenas. En definitiva, "perderá el culo por mi", igual que yo lo perderé por ella. Lo que no significa que no me lo diga y no intente mejorar esos defectos. Pero no, no voy a jugar a ocultarlos. Soy como soy y estoy muy orgulloso de serlo. Y he llegado a dónde estoy siendo yo mismo, con mis carencias y mis bondades.
Y sí, Emma, tienes razón. Tienes razón cuando hablas de mis carencias. Pero te aseguro que hace un año, dos, tres o cinco tenía muchas más, y he ido limándolas. Pero no me arrepiento de que mis amigos y mis amigas las conozcan, incluso aquella con la que pretendiste jugar a ser Emma...

martes, 10 de noviembre de 2009

Flash Forward

Estaba el domingo trasteando en esto de la blogocosa y me dio por mirar posts antiguos de los blogs que más me gustan. Así que rastreando encontré éste en el blog de una chiquilla (espero que no le moleste que le llame así) que ha vuelto hace poco a estar entre nosotros.
A mí, como estoy en un momento de despertar y ruptura total con lo anterior en mi vida, me ha hecho gracia esta manera de resumir en muy poco lo que uno ha sido y lo que quiere ser. He añadido un par de fechas por ser importantes para mí, pero la esencia es la misma. Sólo espero que los Flash Forward que he tenido se hagan realidad (y éso que no me han durado 137 segundos...)

Hace 17 años: Estaba en el instituto y me enamoré por primera vez. Aquello no es que no saliera bien, si no que fue un auténtico desastre que me lastró durante años. Ahora, lo recuerdo con cariño.

Hace 12 años: Acababa de tomar la decisión de cambiar de estudios. Dejé Geológicas y pasé a estudiar Historia. Estaba esperanzado, porque al fin me había atrevido a estudiar lo que me apetecía y no lo que esperaban de mí con una familia llena de ingenieros y gente de ciencias.

Hace 9 años: Vivía en París, en una habitación alquilada a una vieja loca en una bocacalle de los Campos Elíseos, a 200 metros del Arco del Triunfo. Sobre todo, aprendiendo a valerme por mi mismo, sin ayuda de nadie. En segundo plano, estudiando. Desde entonces, amo y odio a París a partes iguales... y tengo que ir cada cierto tiempo.

Hace 6 años: Estaba viviendo en Barcelona, trabajando de becario tras haber estudiado aquel master. Creía que Barcelona iba a ser mi futuro y estaba feliz de haber huido de mi ciudad la vez que creía definitiva… aunque tuviera que volver 4 meses después.

Hace 3 años: Acababa de conseguir el ascenso en la empresa en la que todavía trabajo. La vida no es que pudiera ser, si no que era maravillosa y tenía tantos planes vitales que no sabía por cuál empezar.

Hace 1 año: Ella se cruzó en mi vida tranquila y relajada. Éramos buenos amigos hasta entonces, pero otra amiga me convenció de que iba a ser algo más. Hace un año salía del trabajo al grito de “Y Rudy cogió su fusil” cuando quedamos un día. Eran unos momentos de euforia que no había sentido durante 16 años…

Hace 9 meses: Mi vida se venía abajo por momentos, ella no parecía sentir lo que me dijeron que sentía y en un viaje en solitario a Berlín viví mi particular descenso a los infiernos. Toqué fondo como nunca me había ocurrido hasta entonces.

Hace 6 meses: Mis tempranas vacaciones de verano las pasé haciendo senderismo por el Pirineo, subiendo casi todos los días a ver maravillosos ibones a 2000 metros o cruzando al país vecino a visitar Pau o Toulouse. De repente, mi cabeza se olvidó de todo, aunque sólo fuera durante dos semanas.

Hace 3 meses: Recuperé mi pasión por las series de televisión, dejada por mi cabeza y me enganché a Big Bang Theory y recuperé How I Met Your Mother para no parar de reír episodio tras episodio. Y sí, me enganché también al buen rollo de Las chicas Gilmore y Bones.

Hace 1 mes: Dexter, Dexter, Dexter, Dexter,… y a veces una noche de ir a tomar una cerveza de tranquilo y acabar a las 6 y media de la mañana con algo más de una cerveza…

Hace 1 semana: La amiga que me metió en el embrollo hace un año acabó confesandome que todo fue un plan porque ella pensaba que… Pese a que lo normal es que me hubiera matado, ha sido lo contrario, me ha tranquilizado y me ha devuelto mi yo perdido.

Hace 1 día: Me recuperaba de una noche en la que quedé a tomar una cerveza y me liaron…

Hace 3 horas: Maldecía los turnos de noche mientras conducía hacia mi trabajo.

Mañana: “Madrugaré” para ir a clase de chino, una locura que empecé para romper con todo lo anterior y que está empezando a gustarme.

La semana que viene: Por fin habré dejado el turno de noche hasta dentro de dos meses y por eso la vida será un poquito mejor.

El mes que viene: Ya sabré cuales serán mis fechas de vacaciones en invierno y estaré soñando con qué lugar conocer esta vez de los muchos que están en mi lista de pendientes.

El año que viene: Espero que, como me escribió no hace mucho alguien, esté feliz y relajado por primera vez en mucho tiempo.


El resto de mi vida: Viviré y dejaré vivir, lo más feliz que pueda y sepa, para no descubrir en el momento de la muerte que en realidad no he vivido.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Deseo

Gracias por enmerdarme.
Gracias por meterme en la cabeza cosas que había aprendido a obviar.
Gracias por complicar mi extraña vida.
Gracias por conseguir que bajara a los infiernos para intentar resurgir cual ave fénix.
Gracias por reventar todo lo que acomodaba mi existencia.
Gracias por creerte Emma, y quizás acabar como ella.
Gracias por decidir cómo tenía que ser mi vida.
Gracias por creerte sabedora de lo que necesitaba mejor que yo.
Gracias por pisar el acelerador de mi coche a fondo sabiendo que a ti no te iba a afectar cuando se estrellara.
Gracias por mirarme con cara de inocente cuando he preguntado qué había pasado realmente.
Gracias por hacer que una amistad quede maltrecha y casi partida por la mitad.

Sí, es ironía, y también sé que ni te has planteado ni te has dado cuenta de que no puedes intentar dirigir la vida y los sentimientos de los demás. Y pese a todo, seguiremos siendo amigos. Porque hoy, me has dado la mejor noticia del último año. Me has dicho lo que pasó de verdad y como jugaste con dos amigos tuyos que querías ver juntos. Y de repente, me he quitado un peso de encima, y por fin he sabido por qué “me volví loco por nada”.

Hoy es el comienzo de mi nueva vida. Igual dormiré por fin bien un día de estos. Bueno, eso no es tan fácil…




Te seguiré hasta el final, te buscaré en todas partes
bajo la luz y la sombra, en los dibujos del aire
Te seguiré hasta el final, te pediré de rodillas
que te desnudes amor, te mostraré mis heridas

Y con las luces del alba antes que tú te despiertes
se hará ceniza el deseo me marcharé para siempre

Te seguiré hasta el final entre los musgos del bosque
te pediré tantas veces que hagamos nuestra la noche
Te seguiré hasta el final con el tesón del acero
te buscaré por la lluvia para mojarme en tu beso

Y con las luces del alba antes que tú te despiertes
se hará ceniza el deseo me marcharé para siempre
Y cuando todo se acabe y se hagan polvo las hadas
no habré sabido por qué me he vuelto loco por nada


Te seguiré hasta el final por la escalera del viento
para rogarte por Dios que me hagas sitio en tus besos

Y con las luces del alba antes que tú te despiertes
se hará ceniza el deseo me marcharé para siempre
Y cuando todo se acabe y se hagan polvo las hadas
no habré sabido por qué me he vuelto loco por nada

martes, 20 de octubre de 2009

Dos años después no te olvidamos, Juan Antonio

No me olvido de aquella noche. Por alguna razón que no viene al caso, ese sábado me había quedado en casa en vez de ir a tomar una cerveza con alguien. Daba igual, porque sabía que a la una de la mañana saldría alguien que me diría que estaba "encantado y feliz como una lombriz" y me trasladaría a mundos mejores con su voz. Pero aquella noche de hace dos años no salió esa voz amiga. Salió otra, átona, que decía que nunca más volvería a escuchar al Cebri hablarme. Me negué a creer en la noticia y empecé compulsivamente a recorrer internet y las radios para que alguien me dijera que era una broma, hasta que encontré a Iker Jiménez en su "Milenio 3", emocionado, recordando la figura de Cebri.
En ese momento ocurrió algo extraño: me rompí por dentro. Nunca en mi vida me había pasado el sentir tanto la muerte de alguien al que no conocía personalmente. Llegaron a saltárseme las lágrimas tumbado en mi cama siendo consciente de que nunca volvería a escucharle, que nunca más me acompañaría en mis solitarias noches de insomnio.
Porque ya es hora de decirlo: Juan Antonio Cebrián era mi amigo. Sí, no lo conocía, pero era mi amigo. El programa de radio lo hacía para mí todas las noches, jugando a hacerme soñar con tiempos lejanos, enseñándome con Doc Rueda el mundo de los espías o, sencillamente, obligándome a pensar y tener mis opiniones propias con la tertulia de las cuatro "ces". Ya sé que todos sus oyentes dicen lo mismo, que el programa lo hacía para él, pero ésa era la grandiosidad del Cebri, conseguía arroparte en las duras horas nocturnas y te ayudaba a olvidarte de todos tus problemas y tristezas, haciéndote ver que la vida podía ser maravillosa. Cebrián me ayudó mucho en momentos malos de mi vida y sólo puedo decir que lo echo mucho de menos en mis noches de insomnio.
Tipos como Juan Antonio no deberían de irse nunca, deberían ser del clan de los McLeod y optar a la inmortalidad, aunque siempre algún maluto les quisiera cortar la cabeza...
Hoy, dos años después de su muerte sólo puedo decir que cada vez que sintonizo la Rosa de los Vientos, igual que pienso cuando veo "Casablanca" que Rick se quedará con Ilsza, creo que su voz me va a arrullar en la cama y ayudarme a ver que la vida no es tan mala como parece.
Como dice caosymascaos en la entrada anterior, parece que en Octubre se nos van todos los buenos. Pero Cebri no se ha ido, sigue en el espíritu de los continuadores de la Rosa y de todos los que crecimos y aprendimos con él y de él.

¡¡¡FUERZA Y HONOR!!!

sábado, 17 de octubre de 2009

Hasta siempre, Andrés Montes

Cuando salía de trabajar hace un rato mi jefe me ha dicho: "Se ha muerto Andrés Montes". No me lo podía creer. Sé que era un persona odiada por muchos, pero para mi era gran parte de la banda sonora de mi vida. Fueron muchas horas nocturnas viendo partidos de la NBA con él y el otro miembro fundador del Calabaza's Club, Antoni Daimiel. El partido ya podía ser una mierda, y muchos lo eran, pero siempre me quedaba hasta que el sueño me vencía, porque sabías que con esos dos juntos cualquier cosa podía pasar.
Con él conocí a "Informática a su servicio" Stockton, a Tim "Siglo XXI" Duncan, escuché "Wilma ábreme la puerta" tras una pedrada o una noche me despertó con un mítico "Ratatatatatatata" tras un triple de Kobe en una final de la NBA que duró más de dos minutos.
Últimamente nos había narrado las hazañas de "ET" Gasol, "Espartaco" Reyes, "MrCatering" Calderón y toda nuestra maravillosa generación de ganadores. Él me enseñó que "La vida puede ser maravillosa" y que "todos los jugones sonríen igual". Era un placer escucharle narrar baloncesto, fuera con Daimiel o últimamente con "Palomero" Itu y Epi.
Los que me conocen saben que gusto de usar frases suyas cuando me vengo arriba y nunca, nunca olvidaré que en uno de los más eufóricos y maravillosos momentos de mi vida salí al grito de "Y Rudy cogió su fusil".
Gracias por todo, Andrés, te aseguro que nunca te olvidaremos estés dónde estés, porque siempre serás un...
JUGÓN!!!

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Como hablar, déjame y montañas rusas

Hay momentos en el día que...



En cambio poco después...



y al ratito vuelta a empezar el bucle

¡¡¡VIVA LAS MONTAÑAS RUSAS!!!

sábado, 26 de septiembre de 2009

El universo sobre mí

Los turnos de noche dan para desvaríos varios. Sobre todo de cabeza. Para una persona que no es muy estable emocionalmente que se diga, la ruptura de los ciclos normales del ser humano provoca que la montaña rusa tenga subidas y bajadas cada vez más pronunciadas. Cuando además acumulas dos semanas consecutivas, la segunda empieza a ser un no parar de ideas extrañas que bullen en tu cabeza y te sumergen en una espiral extraña que encima acaba por no disgustarte del todo.

Todo eso viene a que esta noche estoy terminando ese ciclo de dos semanas de trabajo nocturno que me sobreviene cada siete semanas y mi cabeza bulle de una mezcla de desesperanza, miedo, dolor, euforia y locura. Como veis una mezcla un poco extraña.

La cosa está en que me encuentro en una situación vital un tanto extraña. Me encuentro un poco solo. Y no es que mis amigos hayan desaparecido, ni siquiera que tengo malas relaciones con mis compañeros de trabajo. Simplemente es una soledad de espíritu. Como saben algunos de los que me conocen más desde hace unos meses me encuentro fuera de lugar. Simplemente mi cuerpo y mi cabeza me piden una serie de experiencias vitales que quedan bastante lejos de las necesidades de la gente que me rodea. Hay veces que soy capaz de arrastrar a la gente a hacer cosas extrañas que no les apetece mucho (por no decir nada), pero no me gusta abusar. Muchas veces me pregunto por qué no tendría estas necesidades vitales hace cinco o diez años, cuando posiblemente encontraría más gente dispuesta a seguirme en mis peregrinas ideas, pero eso ya no tiene solución.

Igual es que he despertado de un letargo en el que me había sumido hace ya muchos años y que habría lastrado (o cambiado) mi juventud y que lo mismo que provocó ese letargo, ese encierro interno ha provocado esta explosión de los últimos meses. Lo único que tengo claro es que ahora los fines de semana en casa viendo series y leyendo no son una opción; las vacaciones sin moverme de la ciudad tampoco lo son y los domingos por la tarde que no hay resaca sin hacer nada en casa son un asco. Y la bicicleta me ha venido bien para esos momentos durante toda la época de verano. Pero ahora llega el frío a esta bendita ciudad y con nuestro amigo el cierzo, la bicicleta no es una opción…

Y esa maldita frase, mala excusa, que llevo escuchando desde hace muchos años por distinta gente: “Es que eres buena persona…”. Ya lo dijo el Loco, “las buenas chicas prefieren chicos malos para soñar”.



Quiero vivir
quiero gritar
quiero sentir
el universo sobre mi
quiero correr en libertad
quiero encontrar mi sitio


Una broma del destino
una melodía acelerada en una canción que nunca acaba
ya he tenido suficiente
necesito alguien que comprenda
que estoy sola en medio de un montón de gente
que puedo hacer

AMARAL

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Reality Bites

El despertador volvió a sonar a la hora de siempre. La hora de siempre esa semana, claro, porque el trabajo a turnos no le permitía despertarse dos semanas seguidas a la misma hora. Eran las cinco y media de la mañana y la ciudad no había comenzado todavía a desperezarse. Como toda la semana fue de manera mecánica a la cocina para tomar su tazón de leche con dos magdalenas, al baño para ducharse y lavarse los dientes y acabó en su cuarto poniéndose el uniforme de trabajo. A las seis y cinco, como todos los días, cerraba la puerta de casa y bajaba a por el coche.

Trabajaba en las afueras de la ciudad, en un polígono industrial, y, también como siempre, llegó el primero, tan sólo su jefe estaba en el almacén. Saludó, recibió las órdenes del día y fue a saludar a su compañero del turno de noche para que le dijera como quedaba todo y se fuera a dormir.

Aquel viernes transcurría con la misma normalidad de todos los días. Un compañero y él controlaban la máquina que, afortunadamente, no daba problemas. A éso de las once de la mañana llamó ella. “¿Te apetece un café?”.”Claro”. Realmente le jodía la situación. Estaba perdidamente enamorado de ella desde hacía mucho tiempo, pero nunca había sabido qué le pasaba por la cabeza. Hubo una época en que creía que ella le correspondería, pero siempre le cortaba cuando él quería profundizar, así que había decidido cerrar de nuevo su corazón y tratar de obviar esos sentimientos. Creía que ella tenía tanto miedo como él a comenzar una relación, que había tenido también una mala experiencia que la había cerrado en banda, pero nunca se atrevía a decírselo. En definitiva, eran amigos desde tiempo antes que todo estallara en su mente y no quería que dejara de ser así, por lo que fue a tomar el café con ella. Cuando acabaron e iban cada uno a su oficina, ella se volvió y le dijo: “A la salida espérame”. “¿Para qué?”. “Hablamos”, respondió ella escuetamente.

No le dio mucha importancia a esas palabras. Igual quería quedar ese fin de semana para tomar un café y echar unas risas, o simplemente quería tocarle las narices como hacía cuando estaban juntos. Cuando acabó la jornada laboral, salió y esperó. Ella tardaba en salir y se estaba cansando, pensando ya en irse para su casa, pero esa chica seguía atrapándole lo suficiente como para esperarla. Así que aguantó hasta que ella salió. Se había cambiado y se había quitado el uniforme, demostrando lo guapa que podía estar con ropa de calle. Se pusieron a hablar y fueron hacia los coches. Y de repente, sin saber por qué, ella se le acercó y le besó. En un principio no supo como reaccionar, tanto que notó como ella iba a separarse, por lo que reaccionó y la tomó cariñosamente del cuello para corresponder al beso.
El mundo se paró a su alrededor. Podía captar como sus compañeros que iban a coger el coche se quedaban mirándolos, entre sorprendidos y contentos, y como en los ventanales de administración se acumulaba la gente para ver qué estaba pasando. Pero a él le daba igual, cuando creía que era imposible, que era un simple sueño, estaba besando a la niña que le traía loco desde hacía unos meses.

Se separaron y la miró, queriendo preguntar. Quería saber qué es lo que había cambiado, qué es lo que había pasado, qué había en la mente de su niña. Ella intentó hablar, pero lo único que consiguieron fue fundirse en un nuevo beso…

El despertador volvió a sonar a la hora de siempre.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Tira los dados

Charles Bukowski era un borracho, lo que en la sociedad de hoy llamaríamos un perdido de la vida. Quizás era así. Pero éso le convertía en un descriptor brutal de la realidad de la vida, con una visión realista y descarnada de lo que le rodeaba, en definitiva de la vida. Era un tipo que con 49 años decidió dejar un trabajo bien remunerado pero aburrido en una oficina de correos para intentar vivir de la escritura... y lo consiguió.
Y, quizás como declaración de intenciones, escribió este maravilloso poema que lleva un par de días dando vueltas por mi cabeza. Habrá que hacerle caso...

Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
de otro modo, no empieces siquiera.

Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
tal vez suponga perder novias,
esposas, parientes, empleos y
quizá la cabeza.

Ve hasta el final.
Tal vez suponga no comer durante 3 ó 4 días.
Tal vez suponga helarte en el
banco de un parque.
Tal vez suponga la cárcel,
tal vez suponga mofas,
desdén,
aislamiento.
El aislamiento es la ventaja,
todo lo demás es un modo de poner a prueba tu
resistencia, tus
auténticas ganas de
hacerlo.
Y lo harás
a pesar del rechazo y las
ínfimas probabilidades
y será mejor que
cualquier otra cosa
que pudieras imaginar.

Si vas a intentarlo,
ve hasta el final.
No hay sensación
parecida.
Estarás a solas con los
dioses
y las noches arderán en
llamas.

Hazlo, hazlo, hazlo,
hazlo.

Hasta el final.
Hasta el final.

Llevarás las riendas de la vida hasta
la risa perfecta, es
la única lucha digna
que hay.

martes, 25 de agosto de 2009

Me gustas tú

Estas últimas semanas no le he dedicado mucho tiempo al ordenador ni a leer blogs, he preferido vivir el poco tiempo que me deja el trabajar, pero si que me ha dado tiempo a mirar algunas cosas. Entre lo más interesante, he descubierto este blog Buscando, qué sé yo, escrito por CRD, que además ha tenido la amabilidad de pasarse por este humilde rincón para opinar (¡y encima cosas buenas!).
En fin, que esta entrada me ha gustado mucho, sobre todo la idea, y me he puesto a pensar en mi lista de las cosas que me gustan. Y ha quedado algo tal que así:

Me gusta:
  1. Mis amigos, veinte años compartiendo todas las experiencias vitales.

  2. Planificar mis viajes de vacaciones, buscar lugares, soñar con estar en los sitios.

  3. Estar a 2000 metros de altura, perdiéndome en algún ibón del Pirineo

  4. Lost

  5. Las teorías de Barney Stinson y la belleza de Cobie Smulders… Bueno, todo How I met your mother…

  6. Ir al Príncipe Felipe a ver a mi CAI Zaragoza, aunque hayamos dejado la ACB.

  7. Comer pipas mientras veo una película o una serie en el DVD.

  8. Los amantes del círculo polar y Lost in translation

  9. Cuando quedo con un par de personajes a tomar un café y acabamos borrachos como cubas a las tantas de la mañana.

  10. Entrar a la oficina diciendo cualquier chorrada en voz alta (aunque me miren como a un loco)

  11. Los planes que se hacen de una hora para otra, que acaban siendo los mejores.

  12. Coger la bicicleta y perderme por los alrededores de esta gran ciudad, olvidando que tengo problemas.

  13. Descubrir un buen libro cuando no esperas nada de él.

  14. Que digan algo agradable sobre mí, aunque sienta que exageran.

  15. Que algunas se acordaran de mi último cumpleaños, hace ya unos meses.

  16. Ir al pueblo a juntarme con mis primos, aunque este verano no haya podido ser.

  17. Mi Pocoyo, un regalo de gente que vale la pena de verdad.

  18. Ver esos ojos de vez en cuando, tomando un café o una cerveza.

  19. Que al hacer una lista me de cuenta de que hay muchas más cosas agradables en mi vida de las que creía…

Y seguramente me quedarían bastantes cosas, pero creo que con ésto ya me sale una sonrisa de la boca y me alegro de ser quién soy y de estar dónde estoy.