martes, 13 de abril de 2010

El sentido de la vida

Era sábado por la noche. Había cervezas sobre la mesa. También algo de coñac para los sibaritas. Y sobre todo había una conversación. Las conversaciones siempre son interesantes, pero ese sábado había llegado a un punto distinto. Hablábamos de lenguaje, de formas de decir las cosas, de formas de ver la vida.
Porque hablábamos de las dos concepciones de ver la vida, de vivirla. Y uno de nosotros dio con la clave: hay quién afronta la vida con el corazón y otros la afrontan con el cerebro.
Esa noche quedamos retratados en cada uno de los grupos las cinco personas que estábamos sentados alrededor de aquella mesa de bar. Y, quitando el hecho de que yo pertenezco a los que afrontamos la vida con el corazón, creo que fue uno de los grandes descubrimientos que hemos hecho en los últimos años. Porque también quedó claro que ninguna de las dos formas de afrontar la vida nos lleva al éxito seguro. Pero tampoco al fracaso. Simplemente cada uno somos como somos. Pero deberíamos plantearnos a qué grupo pertenecemos cada uno. Para, quizás, entender un poco mejor las reacciones que tenemos ante todo lo que nos ocurre.
Y sí, creo que afronto la vida con el corazón. Porque primero quiero hacer las cosas y luego me planteo las consecuencias de hacerlas. Me meto en algunos líos de los que luego no sé salir y en los que seguramente no me hubiera metido si los hubiera pensado. Pero también gracias a éso he vivido en París, en Barcelona y he soñado con relaciones que luego se han demostrado imposibles. Y éso no me lo quitará nadie de mis recuerdos mientras viva.
Y tú, ¿a qué grupo perteneces?

5 comentarios:

satrian dijo...

Ya sabes que cabecica muy poca, a mí me manda el corazón.

Cristina dijo...

Yo no sabría que decirte... Pero claro, hablas de afrontar la vida, en general... cualquier decisión. Supongo que unas veces mandará la cabeza y otras el corazón, ¿o no se aceptan términos medios?

hesisair dijo...

Más bien los términos medios son lo normal... o éso dicen...

Alikea dijo...

Muy buena pregunta, muchas veces me tira el corazon pero luego el cerebro frena, segun la situacion.
Lo mejor es atreverse a vivir tu propia vida ¿no?.

hesisair dijo...

@Alikea - éso es la base de todo, que cada uno se atreva a hacer lo que le pida el cuerpo. Aunque te lo pida la cabeza más que el corazón...