sábado, 19 de junio de 2010

Nunca me han besado

La había conocido por casualidad, una noche que decidió salir a dar una vuelta por los alrededores de su casa para intentar combatir su insomnio. Ella estaba paseando a su perro y sin saber por qué comenzó a hablar con ella. Pese a que los perros no le gustaban absolutamente nada, pero lo hizo.
Era divertida, agradable, simpática, y tenía unos preciosos ojos verdes que se le clavaron en su mente desde el primer momento.

A partir de aquel día, todas las noches bajaba a la misma hora a la calle y se encontraba con ella y su perro. Y hablaban horas y horas hasta que a veces la mañana les sorprendía en ese parque.

Y un día, en mitad de una de esas conversaciones, él no aguantó más y quiso besarla. Ella se apartó y dijo: “Nunca me han besado”. Ya no volvió a verla.

jueves, 17 de junio de 2010

Aeropuerto


Nunca le habían gustado los aeropuertos. Siempre los había considerado lugares aburridos, a los que uno iba de paso y en los que te obligaban a pasar muchas más horas de las estrictamente necesarias para realizar tu viaje.

Aquel día le pareció algo todavía más cruel que eso. Mientras la veía pasar por la puerta de embarque para coger su avión sabía que era la última vez que la iba a ver. Sabía que el beso que le había dado delante del detector de metales era el último beso que jamás le daría. Sabía que aquello sólo había sido un sueño que acababa en el mismo sitio dónde había empezado: en un aeropuerto.

lunes, 14 de junio de 2010

Si et quedas amb mi

Sé que por mucho que te prometa no te quedarás conmigo, y posiblemente sea lo mejor para los dos. Aunque yo no haya terminado de comprender el por qué y sepa que tú tampoco, lo mejor para los dos es que no te quedes conmigo. Porque descubrimos, seguramente por separado, que lo nuestro no era posible y seguramente sea lo mejor. Porque descubrimos (o descubrí) que no abrimos nuestras ventanas al mismo tiempo para dejar pasar los vientos de cambio que necesitábamos. Aunque por lo menos hemos descubierto que no tenemos por qué evitarnos por el resto de nuestra vida.

Y tú encontrarás aquel que te dé todo lo que te mereces, aunque sé seguro que nunca más de lo que yo te podría haber dado. Te cuidará y te mimará, aunque no más de lo que lo hubiera hecho yo.
Y yo encontraré a aquella a la que querer, cuidar, mimar. No sé cuando ni como, quizás no sé, o no quiero saber, si ya la he conocido, o la conoceré cuando las piernas ya no me respondan, pero sé que ella estará allí alguna vez.

Mientras tanto tú me contarás lo que te agobia, lo que te preocupa, lo que te alegra. Y yo también haré lo mismo, porque al fin y al cabo somos amigos. Aunque hayan tenido que pasar 19 días y 500 noches hasta que me he dado cuenta de que por mucho que te prometa no te quedarás conmigo. Y de que posiblemente sea lo mejor para los dos.

Pero mientras tanto, deja que estos gerundenses te transmitan todas las promesas que yo te iba a hacer. Y quizás habría alguna más. Pero esas me las guardo para mis noches eternas.

viernes, 11 de junio de 2010

Táctica y estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

"Táctica y estrategia"  de Mario Benedetti

Nadie se expresaba mejor que el gran Mario Benedetti.