viernes, 23 de abril de 2010

Premonición

(Esta entrada empecé a escribirla el 6 de abril y la he encontrado ahora. No sé por qué pero voy a publicarla. Para que veáis como se me va la olla de vez en cuando :-p)

La verdad es que no sé muy bien que es lo que quiero contar ni lo que quiero decir. No es un mal momento en mi vida. Sobre todo viendo de dónde vengo. Pero también tengo que reconocer que me encuentro extraño. Ando muy atascado con el relato que estoy escribiendo y tengo abandonadísimo mi blog seriéfilo (aunque sí que siga viendo series). Pero es que, voy a reconocerlo, me he enganchado de nuevo a la Xbox. Que sí, que ya sé que no tengo edad para andar con videojuegos, pero si mi compañero el Bifas se pasa el día enganchado a la maquinita de marras, su novia vive con él y le compra más juegos para que siga con el vicio, y encima se casa dentro de dos meses, igual no es un vicio tan malo, ¿no?

A veces me gustaría saber escribir un blog para que la gente se descojonara. Sobre todo después de leer el de Barbijaputa y Noticias desde la Antártida gracias a una recomendación de una bloguera. Pero chicos, lo he intentado alguna vez y va a ser que no. Que no me sale. Que en la vida real me puedo reír hasta de mi sombra, pero por escrito me sale el lado cursi-gilipollas y me pongo a contaros unos dramones que te cagas. A ver si al final va a ser verdad lo que me dijo Emma hace un tiempo de que me mola autoflagelarme…

Pues eso, a lo que iba, que ando en una época de calma chicha en mi vida, porque ya definitivamente Amy ha salido de mi vida (antes conocida como mi niña, pero alguien me convenció de que no la llamara así, y como no quiero decir su nombre pues le llamo Amy porque me recuerda mucho a la prota de la película “Persiguiendo a Amy”, que no se llama Amy… pero en fin). Bueno, ha salido de mi vida como posible pareja, que no como amiga que los tiempos no están como para tirar amigos :-p Así que ahora me dedico a mosquearme cuando el nuevo capítulo de Lost sigue sin llegar a ser lo que era, a vibrar con el último día de Bauer en NY, a terminarme el Assassin’s Creed II (otra vez) o a ver como el CAI Zaragoza anda cada día más cerquita del objetivo que no voy a nombrar para no gafarlo (de nuevo). De todas maneras a veces saco tiempo para cenar con Satrian, el Marqués y el Girao, aunque ande rayado hasta bien avanzada la noche, para esperar la venida de Txepho algún fin de semana (jod… lo he escrito que parece que viene Cristo resucitado) y esas pintas de cerveza arreglando el mundo (y a veces otras historias, pero soy demasiado vergonzoso para contarlas XD).

Ahora que lo veo, llevo tres párrafos desvariando y al final no he dicho nada de interés. Aunque pensándolo bien, creo que el 99% de las cosas que digo aquí no son del interés de casi nadie, así que no sé de qué me quejo. Ahora que está de moda debería abrir una encuesta de esas muy bonicas sobre por qué realmente seguís entrando en este blog, el qué os atrae, porque la verdad, a veces me sorprende que todavía haya gente soportando mis desvaríos. Y no me vale que mis amigos me doren la píldora, que ya nos conocemos desde hace tiempo y no necesito peloteos. Pero para eso necesitaría tiempo para buscar el código por la red, insertarlo en el blog. Quita, quita, que me agobio sólo de pensarlo. Y como ahora he vuelto al trabajo después de las vacaciones, pues no tengo tiempo para todo.

En fin, que lo dejo ya antes de que penséis que estoy todavía más loco de lo que ya creéis que estoy. Aunque ya lo dijo Ismael Serrano: “Mejor loco que mal acompañado” :-p

Otra entrada sin sentido patrocinada por: (y aquí es dónde debería ir algo gracioso, pero es que no sirvo para eso. Una pena).

P.D.: Algún día os comentaré todos los planes que se me acumulan en la cabeza para mis vacaciones de verano en Septiembre. Y lo peor es que me tengo que quedar sólo con uno y soy muy indeciso. Bueno, quedan cinco meses…

martes, 20 de abril de 2010

20 de Abril

Y otro año más es 20 de abril. Como cantaban los Celtas Cortos. Y otro año más, cuando llega esta fecha me acuerdo de aquella persona que me subyugó hace tantos años. Y otro año más me acuerdo con cariño de ella pese a todo lo mal que lo pasé y me lo hizo pasar.
Porque igual que he superado lo de Amy (antes conocida en este blog como mi niña hasta que una persona me dijo que no la volviera a llamar así por mi bien) superé aquello, y ahora sólo me quedan los buenos recuerdos de aquellas noches en Povazska Bystrica o Tabor, de esos paseos por Praga o esa sonrisa tonta con la que salgo en la mayoría de las fotos de ese viaje.
Porque sí, pasé de la infancia a la adolescencia en aquellos diez días y pese a que en su momento me arrepentí, ahora sé que fue lo mejor que me pudo pasar a esa edad. Fue la mejor manera de darme cuenta de que la vida era otra cosa distinta de la que creíamos de críos. Ahora me queda que a ella le tengo que agradecer muchas cosas, aunque en aquel tiempo no pensara lo mismo.
Y hoy, como siempre, he escuchado el 20 de Abril sonando en mi iPod...

martes, 13 de abril de 2010

El sentido de la vida

Era sábado por la noche. Había cervezas sobre la mesa. También algo de coñac para los sibaritas. Y sobre todo había una conversación. Las conversaciones siempre son interesantes, pero ese sábado había llegado a un punto distinto. Hablábamos de lenguaje, de formas de decir las cosas, de formas de ver la vida.
Porque hablábamos de las dos concepciones de ver la vida, de vivirla. Y uno de nosotros dio con la clave: hay quién afronta la vida con el corazón y otros la afrontan con el cerebro.
Esa noche quedamos retratados en cada uno de los grupos las cinco personas que estábamos sentados alrededor de aquella mesa de bar. Y, quitando el hecho de que yo pertenezco a los que afrontamos la vida con el corazón, creo que fue uno de los grandes descubrimientos que hemos hecho en los últimos años. Porque también quedó claro que ninguna de las dos formas de afrontar la vida nos lleva al éxito seguro. Pero tampoco al fracaso. Simplemente cada uno somos como somos. Pero deberíamos plantearnos a qué grupo pertenecemos cada uno. Para, quizás, entender un poco mejor las reacciones que tenemos ante todo lo que nos ocurre.
Y sí, creo que afronto la vida con el corazón. Porque primero quiero hacer las cosas y luego me planteo las consecuencias de hacerlas. Me meto en algunos líos de los que luego no sé salir y en los que seguramente no me hubiera metido si los hubiera pensado. Pero también gracias a éso he vivido en París, en Barcelona y he soñado con relaciones que luego se han demostrado imposibles. Y éso no me lo quitará nadie de mis recuerdos mientras viva.
Y tú, ¿a qué grupo perteneces?

miércoles, 7 de abril de 2010

Beautiful Day

Llevo dos días intentando ordenar mis ideas y que me salga una entrada coherente, pero todavía no lo he conseguido. Pero mientras lo hacía, volviendo anoche a casa del trabajo escuchando a estos irlandeses me acordé de que tengo entradas para verlos en San Sebastián a finales de Septiembre (¡ya sólo me quedan seis meses!). Y me pegó un subidón de la leche. Así que para amenizaros la espera para la nueva entrada, os pongo una de sus canciones. Anoche pensé en poneros "One", posiblemente su obra maestra, pero cada vez estoy de mejor humor últimamente, así que he optado por este "Beautiful Day". Porque la vida puede ser maravillosa.

domingo, 4 de abril de 2010

La Rompida de Calanda y Don Luis Buñuel

Existe una zona olvidada por todos dentro de esta tierra aragonesa que es la provincia de Teruel. Y dentro de esta provincia se encuentra la comarca más maravillosa que uno se pueda encontrar, el Matarranya. Cuna de mi familia paterna y lugar de largos veranos en mi infancia. Y al lado de esa comarca se encuentra otra, el Bajo Aragón. Y en este se encuentra el pueblo de Calanda, conocido mundialmente por ser la cuna de uno de los más grandes directores de cine que ha dado el mundo: Don Luis Buñuel.
Es una comarca de tambores. La Semana Santa se celebra con el toque del tambor y tiene su punto culminante en el acto de "Romper la Hora". En todos los pueblos de la comarca se hace el Jueves Santo a las doce de la noche. Calanda es especial. Calanda lo hace el Viernes Santo al mediodía. Y este viernes me acerqué de nuevo, porque hacía ya muchos años que no iba.
Y el momento sigue siendo mágico. En una plaza del pueblo abarrotada, cuando quedan dos minutos para el mediodía se hace el silencio. No se oye ni una mosca. Y cuando la torre del iglesia empieza a tocar las campanadas, de repente, se rompe el silencio con todos los tambores sonando al unísono tal y como seguirán haciéndolo hasta las dos de la tarde del día siguiente.


Y difícilmente se puede explicar con palabras los sentimientos que le recorren a uno cuando se produce la Rompida. La emoción te embarga y la carne se pone "de gallina". El corazón se sobrecoge y te das cuenta de que estás viviendo un momento mágico, algo inolvidable. Y aunque ya lo hayas vivido muchas veces, cada vez que presencias como rompen la hora, los sentimientos son los mismos. Y da igual que seas religioso o no. Ésto no va de éso. Buñuel era un ateo confeso, pero llevó los tambores de su pueblo por todo el mundo, llegando a introducir su sonido en alguna de sus películas. Porque la Rompida trasciende la religiosidad, es, simplemente una forma de vida.


Y de éso te das cuenta cuando ves a niños que casi no se tienen en pie tocando su tambor, a chicas que casi no puede con su bombo tocando con emoción, a ancianos que esperan ese día y hacen un esfuerzo para seguir tocando su tambor. Y te das cuenta cuando ves los nudillos ensangrentados por el roce con el bombo, y como todos ellos tienen sobre la piel las manchas de sangre seca de las Rompidas de otros años.


Y sabes que estás en un sitio especial en un momento especial. Y te vas de Calanda sabiendo que más pronto que tarde volverás otro Viernes Santo a sentir como todo el pueblo unido rompe la hora. Y sé que tú, mi futura, vendrás un día conmigo a verlo y a emocionarnos juntos.



Las fotos son mías, de la Rompida de este año. El vídeo, no, de éso me ha proveído en YouTube el usuario Pacotto.