sábado, 25 de septiembre de 2010

(500) Days of Summer

Nunca olvidas a aquella que ha llegado hasta el fondo de tu corazón hasta que otra persona entra en él con la misma fuerza.


Pero la pregunta que subyace es, ¿quién te dice que una persona va a entrar en tu corazón con la misma fuerza otra vez? ¿Y si éso no ocurre nunca? ¿Tienen un límite de caducidad los sentimientos no correspondidos?

No soy capaz de entender lo que me pasa. Posiblemente mi cabeza me da vueltas porque es un sábado en casa, después de estar los cuatro últimos dando vueltas por medio mundo. Posiblemente es por la película que acabo de ver y que da título al post (por cierto, al incompetente que tradujo el título al castellano habría que correrlo a gorrazos, porque se pierde todo el sentido). Posiblemente es porque como dice Emma me aburro si no le doy cien vueltas a las cosas y si no me "como la cabeza" por cualquier menudencia.

Quizás es que he nacido para estar sólo y por éso tengo tantos problemas para mis relaciones sociales. Quizás es que el hecho de que no sepa comportarme de manera tranquila delante de una mujer es una consecuencia de ese destino de soledad que tengo asignado desde que llegué a este mundo. Quizás mis escasas relaciones son un desastre porque son una rebelión contra mi verdadero destino y éso no se puede aceptar. Quizás se me está yendo la cabeza demasiado y mañana cuando amanezca todo parecerá distinto.

Y no, aunque lo parezca por lo que he escrito, no creo en la predestinación.

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