sábado, 14 de mayo de 2011

La soledad de los números primos

Hay a quién no le gusta el final. A mí me parece perfecto, consecuente con todo lo que hemos leído hasta el momento, consecuente con la psicología, con el sentimiento de Mattia.
Me imagino que nos pasa a todos. Hablo del hecho de sentirnos identificados con los protagonistas de las historias que nos gustan, que nos atraen. Pero la definición mía ante esta historia no es que me haya gustado, es más bien que me he introducido en ella. He sentido más que una identificación con Mattia, más que una simpatía con él, con una persona que se ha acostumbrado a su mundo interior, con una persona que ha aprendido a amar la soledad.

Mientras leía y veía las dificultades de Mattia para afrontar las relaciones sociales, retrocedía a mi pubertad, a mi adolescencia y a la juventud que me resisto a abandonar. ¿Por qué todo es tan difícil? Recordaba sentimientos como los de Mattia cuando Alice se le acercaba y se sentaba a su lado. ¿Qué debo hacer ahora? Ahora se supone que... Sensaciones y respuestas que nunca supe interpretar, que nunca supe afrontar, que nunca supe encontrar.
Hizo que muchas preguntas asaltaran mi mente. ¿Cuántas veces me encontré en la misma situación? ¿Cuántas veces tuve una Alice que quizás se sintió atraída por mí y a la que no supe corresponder por falta de comprensión, miedo o qué sé yo?

Hacía tiempo que un libro no me llegaba dentro, no despertaba dentro de mí una reacción nuclear de tal magnitud. Hacía tiempo que al cerrar las tapas, un libro no se quedaba recurrente en mi mente, imaginando la vida de sus protagonistas fuera de la celulosa del papel. Hacía tiempo que no tenía la necesidad de dejar de leer para que el libro no se terminara nunca. De hacer más lentos mis avances en la lectura sólo para lograr el imposible de no llegar a la última página y no tener que despedirme de Alice y de Mattia.

Y ahora, una vez acabado el libro, quiero creer que Mattia sigue su vida en esa ciudad del Norte de Europa y tengo la necesidad de buscar un blog suyo, unos escritos suyos, cualquier cosa dónde me cuente como disfruta de su vida en soledad. Porque sé que está disfrutando de su soledad y que Alice no va a ser nada más para él que una amiga, su amiga. Porque sé que si hubiera acabado con Alice no sería feliz, esas cosas tan complicadas desestabilizarían su vida y la llevarían al abismo.

Realmente, el libro no podía tener otro final sin traicionarse a si mismo y a sus personajes.

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